Y tú ¡Oh, dichosa! en tu inmortal semblante
Te sonreías: ¿Para qué me llamas?
¿Cuál es tu anhelo? ¿Qué padeces ahora?
—me preguntabas—
“Oda a Afrodita” (fragmento), Safo de Lesbos, S. V a.C.
Juan Castillo y Marcos Mut entablan un diálogo y convergen en un imaginario polimorfo de objetos animados, de seres fantásticos y personajes interpelantes. Nada es demasiado irreal, ni demasiado real. La escenografía se construye para dar lugar a múltiples miradas, se trata de una combinatoria de opciones que actúan como catalizadores de historias posibles.
¿Para qué me llamas?
Invocar a Afrodita es parte de este ejercicio. Remite al encanto imperecedero de la mitología clásica, a las leyendas y seres sobrehumanos que la habitan. Alude a la pervivencia de ciertas imágenes poderosas, que tienen pregnancia porque son capaces de reinventarse y recrear nuevos escenarios, como los que los artistas construyen para esta propuesta. Ambos persiguen la sensualidad de las formas sensibles y las texturas, en un deseo por dar vida a lo a lo que ya no existe o a lo que nunca existió.
¿Cuál es tu anhelo?
Marcos construye sus esculturas a partir de disparadores precisos: los recuerdos de infancia donde viejas enciclopedias narraban relatos de mundos lejanos. Ese universo intangible de la memoria, compagina un pasado reciente con uno pretérito donde conviven lo familiar y lo remoto. A partir de esas memorias genera siluetas legendarias y sobrias. La expresividad que emanan sus máscaras y figuras devienen también del material y su acabado; metal y cemento encarnan una fuerte tradición en escultura, su superficie granulada ofrece una trama rústica que resulta evocadora de otros tiempos y otros espacios.
Juan recrea un bestiario anómalo, alejado de los compendios fabulosos de linaje medieval. A través de un lenguaje contemporáneo, de factura hiperrealista, integra recursos digitales e imagen fotográfica. En sus obras son recurrentes los entrecruzamientos de especímenes de un futuro distópico -anclado en el mundo perceptible-, con seres míticos del repertorio clásico. Así consigue entretejer un sucedáneo de la realidad, conformado por conceptos y representaciones que sólo son el reflejo de la razón, de los mundos que él concibe en un plano abstracto.
¿Qué padeces ahora?
Los juegos de las imágenes a las palabras -y de las palabras a las imágenes-, buscan explorar los límites de la significación, que pueden ser múltiples, variados y factibles de ser organizados de maneras diversas. El diálogo visual de lo escultórico a lo bidimensional, de las figuras yacentes -el minotauro y el fauno-, de las máscaras y los bestiarios, son modos de introducir otros significados a obras que van asumiendo nuevas valencias.
Alejandra Crescentino
Noviembre de 2018